
Te tuve entre mis brazos y no te abracé. Anduve tras tus pasos y no te alcancé. Jugaste con mis sueños sin saber que en ellos me he dejado hasta la piel. Como agua entre mis dedos, no te pude retener. Las palabras, mis deseos, se olvidaron en el ayer. Me refugio entre las noches buscando otros besos, sólo me queda la fé.
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